La peor palabra
Hay palabras en algunos de los textos o versículos muy mencionados en las sagradas escrituras que tienen una connotación negativa en la vida del ser humano. Hablo de palabras tales como: infierno, maldad, pecado, muerte, dolor, maldición, etc.
Pero realmente hay una palabra que no se menciona mucho en la Biblia.
Lo menos que usted va a imaginar es que se trata de una de las peores palabras que podemos pronunciar y que debe ser considerada en nuestro vocabulario espiritual.
Es probable que preguntes, “¿habrá una palabra más peligrosa que las antes mencionadas?”. La respuesta sería si, y es la palabra “mañana”.
Existe un famoso refrán que dice; “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”. Hay muchísima gente que al día de hoy lamentan algún suceso o alguna oportunidad que dejaron pasar, o peor aún, aquellos que posiblemente perdieron en su vida.
Una de las razones más comunes de la gran mayoría de nuestras quejas y lamentos es por aquellas cosas u oportunidades que eran para un momento preciso de la vida pero por la pereza se postergó para un mañana.
Cabe señalar que la palabra mañana está muy ligada al tiempo y el tiempo es la razón principal que muchas veces nos hace creer que podemos hacer mañana lo que realmente debimos haber hecho hoy.
Así que con mucha seguridad el tiempo es el engañoso más grande que tenemos en contra del hoy.
El asunto es que hacemos mal uso del tiempo y postergamos para mañana lo que sabemos que le corresponde al día de hoy.
Entonces terminamos siendo el resultado de una vida de muchas cosas postergadas las que no salen bien por que eran para hoy y lo dejamos para mañana.
En muchas ocasiones la pereza se convirte en parte de nuestra vida y dejamos para mañana lo que realmente sabemos que pertenecía al día de hoy.
Eclesiastés 10:18 declara lo siguiente:
“Por la pereza se cae la techumbre, y por la flojedad de las manos se llueve la casa”.
En otras palabras lo que Salomón está diciendo es que por la pereza de muchos y por dejar las cosas para después el techo de muchos de cae.
Que mucha gente escucho repetir, “Estoy esperado la voluntad de Dios. Estoy esperando la provisión de Dios. Estoy esperando que Dios tenga puertas abiertas.”
Ahora bien, tenga cuidado de utilizar estas frases para justificar lo que realmente debiste haber hecho y no lo quiere hacer. Porque es ahí donde va pasando la vida, y los momentos perfectos que usted esperaba no van a llegar.
No todas las veces usted tendrá el dinero suficiente y la economía para hacer una asignación de Dios. No todas las veces usted tendrá la capacidad suficiente para aceptar la asignación que Dios le da.
El salmista dice:
“Enséñanos a contar de tal modo nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría”
Salmos 90:12
Mi intención en estas líneas es decirte de parte de Dios que hay momentos donde Dios no bendice intenciones, Dios bendice hechos. Dios bendice a los que hacen que las cosas ocurran. Dios no quiere que perdamos la vida esperando que las cosas pasen. Dios bendice manos que trabajan. Dios bendice pies que marchan y no se detienen. A Dios le gusta escuchar de nosotros “heme aquí, envíame a mi ahora”.
Es hoy lo que Dios quiere bendecir... no es mañana.
Por eso es que Jesus dice en Mateo 6:34:
“Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.”
No permitas que este momento de la vida llene tu vida de pereza. Levántate, toma ánimo, toma fuerza, expándete, crece y no te detengas.
Las bendiciones no están para los que postergan todo para mañana. No podrás expandirte en la vida si todo lo dejas para el siguiente dia.
Quizás preguntarás, ¿cómo me expando pastor? ¿Como puedo ensancharme? ¿Como puedo crecer ante esto que estamos viviendo?
No veas el día de mañana como la mejor idea. No postergues la fe para un dia futuro. No veas a un Dios lejano y futurista, es hoy el día de tu bendición.
Hoy es el día de tus hechos y no de tus intenciones.
La biblia registra una historia muy interesante en Mateo 21:28-30 y dice:
“Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, ve hoy a trabajar en mi viña. Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después, arrepentido, fue. Y acercándose al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Sí, señor, voy. Y no fue.”
¿Usted sabe cuanta gente le ha dicho a Dios: “Dios envíame a mi”? Dios cuenta contigo desde hoy.
Cuanta gente le ha dicho a Dios, haz de mi lo que quieras desde hoy y Dios le da una asignación pero no hacen nada.
Aquí vemos de forma clara que Dios bendice a los que no pierden el tiempo por que saben que el hoy es un buen momento para Dios.
Dios quiere hacedores de hoy y no de mañana. Dios no puede contar con gente que posterga las cosas por que postergar las cosas te lleva desobedecer.
Si quieres un mañana seguro, tienes un día de hoy para que sea un día de hechos y no de intenciones.
Por eso es que la biblia dice en Santiago 2:14 “Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma”.
Por eso es que también la biblia dice en Santiago 1:22:
“Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándonos á vosotros mismos.
Estamos viviendo un momento de Dios tan preciso que a Él le interesa más lo que hagas hoy que lo que tengas postergado en tu futuro.
Las decisiones que tomes hoy determinarán tu futuro glorioso.
Dios te dice con carácter de urgencia, no inviertas el día de hoy en batallas que no deberías pelear.
No pierdas los grandes momentos del día de hoy pensando en lo que piensas que no tendrás el día de mañana.
Te estoy entregando en tus manos una llave poderosa. Tu asunto o tu situación probablemente no se resuelve con dinero se soluciona con decidirte en hacer hoy lo que Dios esta esperado de ti.
Estoy creyendo en un milagro para alguien, será hoy y ahora y no para mañana.